Desayuno, almuerzo y merienda

 

El sol apenas comenzaba a asomarse cuando me subí a mi bicicleta, listo para una larga jornada. La brisa fresca de la mañana me acompañaba mientras pedaleaba  por la vía Tharsis-Odiel, dirigiéndome hacia el punto de encuentro con Juan Manuel Muñoz Luque, en adelante JMML que titulo la ruta muy acertadamente “Desayuno, almuerzo y merienda".

Desayuno: Energía para empezar

Nos reunimos en sú casa, donde me informo de la dirección para llegar hasta Cartaya donde tendría lugar el primera parada. Destino restaurante Consolación. Pedí un té con una nube de leche y una tostada con tomate y aceite, que resultó ser la combinación perfecta para cargar energías para afrontar la ruta, el tomo la misma tostada y un buen café con leche. Entre risas y planes del recorrido para el día, disfrutamos del desayuno que nos dejó listos para enfrentar cualquier desafío. 

Almuerzo: Un descanso merecido

Después de un buen tramo de asfalto y tierra llegamos a la Presa de Los machos, continuamos hasta Lepe llegamos a El Terrón que nos comunicaria con La Antilla por un sendero para mi antes desconocido, ya en la La Antilla nos llamo la atención un mural de Manumatic. Decidimos hacer una pausa, unas fotos y comentar la falta de rigurosidad en los planos de recorridos para bicicletas que aconsejaba el cartel, utilizando el recurso del eufemismo, diríamos que UNA QUIMERA.  El almuerzo lo haríamos en Isla Cristina, restaurante Eusebio, junto al Puerto Pesquero, todo un acierto y una oportunidad para relajarnos, compartir anécdotas y disfrutar de un ambiente marinero, tambien un menu, compuesto principalmentede  frituras  de  pez araña y ventresca de atún, la fritura un manja que LMML desconocia, consejo de unos marineros que teníamos en la mesa contigua. Decidimos tomar café en otro lugar diferente, y por consejo de la amable camarera nos habia servido la comida, nos dirigimos en la búsqueda de Cafetería confitería Pavón, "nuestro gozo en un pozo" , cerrado, continuamos hasta La Redondela donde tomamos un café, para continuar con mas energía y continuar de la ruta de regreso.

Merienda: El toque final

Por la ruta comentamos que se acercaba la hora de la merienda y con un sincronismo automático la desición fue unánime, LA MIMOSA, haciendo una última parada del día.   Allí, nos deleitamos con una merienda dulce. La combinación de sabores y la compañía de JMML hicieron de este momento el cierre perfecto para un día inolvidable.

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